Sobre Roslawez (alias Roslavets)
Tiene como bautismo Nikolai Andreievich Roslawez, que en castellano, al parecer, se translitera más correctamente por Roslavets. Pero en internet es posible buscar con las dos grafías (y todavía por una tercera variación, Roslavetz) que siempre salen resultados.
Ha nacido el 4 de Enero de 1881[1], en Dushatino, una pequeña comunidad rural a medio camino entre Moscú y Kiev. El pueblo hacía entonces parte de Ucrania, pero actualmente pertenece a la región de Bryanskaya Oblast' y es territorio de la Federación Rusa.
Sus padres eran al parecer agricultores y Nikolai empezó su educación musical de forma totalmente autodidacta, después de incitado por un tío que tenía aptitud para varios instrumentos. Luego estudió en Kursk y más tarde en el Conservatorio de Moscú, entre 1902 y 1912. Se graduó con una cantata basada en textos de Byron y que revela que sus modelos en esa época eran los impresionistas franceses.
De acuerdo con la nota biográfica de "Beethoven-Radioemisoras", una web basada en Santiago de Chile, «En dos canciones de fines de 1913, Roslavetz obtuvo un nuevo ordenamiento armónico que no era diatónico y al que él mismo se refirió como técnica de acorde sintético. Hay ciertos paralelos con la armonía de Scriabin, pero el sistema de Roslavets es independiente.»
Según la misma fuente, el compositor «Desarrolló la técnica en miniaturas para piano y hacia 1915 la había convertido en un sistema dodecafónico que abarcaba conceptos del serialismo y simetría. En el Concierto para violín (1925) agregó el principio de grupos de alturas complementarias que formaba series de 12 notas.» Este sistema se parecía al que estaba desarrollando Arnold Schoenberg, a pesar de que Roslavets no conoció las teorías de éste último sino unos años más tarde. Su descubierta del dodecafonismo es pues paralela a e independiente de los progresos del autor de Pierrot Lunaire y Noche Transfigurada.
Durante los años 20, habiendo llegado rápido a la madurez artística, Roslavets se tornó en una de las figuras más destacadas de la vida musical soviética. Fue Director del Conservatorio de Kharkov, trabajó en la editora musical estatal de Moscú, fue editor del periódico Cultura Musical y hasta 1929 perteneció a la Dirección de la Asociación de Música Contemporánea. Al tomar contacto con los trabajos de Schoenberg, escribió los primeros artículos publicados en Rusia sobre el compositor austriaco, refiriéndoselo de forma elogiosa y entusiástica. Esto le valió fuertes críticas institucionales y un conflicto declarado por parte de la Asociación de Músicos Proletarios.
En plena época de purgas estalinistas, y aunque el compositor se asumía convictamente comunista y orgulloso de sus orígenes rurales, el confronto con la ortodoxia bolchevique marcó un célere inicio de la decadencia de su prestigio. Roslavets, también aficionado al periodismo y a la divulgación, se dedicó a escribir artículos teóricos, en los cuales, nuevamente rescatando las citas de la página web chilena: «proporcionó una defensa marxista de una estética de “positivismo musical” opuesta a la idea de una cualidad emocional definible objetivamente. El acto creativo era un momento en el que se ejercía el intelecto humano al más alto nivel, donde se buscaba la realización del subconsciente como algo consciente y una música basada en nuevos sistemas de organización tonal.»
Pero la política oficial no le perdonó el desvío hacía la «música decadente y reaccionaria», por lo cual Roslavets, en el comienzo de los años 30, fue forzado a retractarse públicamente, rechazando los puntos de vista antes sostenidos. Sería en seguida apartado de los grandes centros y obligado a trabajar en conservatorios periféricos, como lo de Tashkent, en el Uzbekistán, donde se instaló durante algunas temporadas, trabajando como director de orquestra. En este periodo, ha escrito oratorios y ballets basados en elementos de la música folclórica de esta región.
Consiguió volver a Moscú en mediados de la década, pero para encontrarse bajo el desprecio de las autoridades oficiales: su música fue ignorada y su trabajo teórico se tornó objeto de descrédito. No logró más que una vida humilde, con esporádicos trabajos de profesor o haciendo pequeñas emisiones radiofónicas. Murió en la capital soviética, en plena Guerra Mundial, el 23 de agosto de 1944, a causa de un infarto.
Con el pasar de los años, su nombre desapareció totalmente de los diccionarios y programas de concierto, tanto en la URSS como en el resto del mundo. Sólo después de la caída del Muro de Berlín fue posible empezar a recuperar la figura, su pensamiento, sus composiciones y su importancia para la historia de la música.
Entre sus principales obras hoy recuperadas existen varias piezas sinfónicas, un concierto para violín, cuartetos, música de cámara, temas para coro, estudios para piano y canciones.
[1] - Según otras fuentes, ha sido el 5 de Enero. Imposible comprobar la fecha.
(comentario realizado en el ámbito del curso Las Vanguardias Artísticas y la Revolución Científica en el Primer Tercio del Siglo XX, con el Prof. Joan Rovira Salès; UAB Abril 2005)
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